Los jóvenes ¿una esperanza?


Es impreciso poder abordar esta problemática desde muchos puntos de vista, pues la parte de la historia que nos toca vivir, es muy conflictiva ya que estamos en presencia de una gran crisis denigrante de la vida humana, la cual afecta en forma mas directa a los jóvenes de hoy en día, dicho trance no es afrontado por este sector de la sociedad sino que cae en sus redes que lo llevan a dificultades tales como la drogadicción, el alcoholismo, la prostitución, etc. actos tan humillantes para el hombre que no cabe en nuestro pensamiento sostener que un ser que es creado a imagen y semejanza de Dios, superior a todos los seres vivos en la faz de la tierra, se destruya brutalmente de esta manera, pues ni siquiera en la vida animal existe tipo alguno de aniquilación.
Podemos pasar horas debatiendo sobre esta problemática, de cómo los valores humanos han dejado de estar en el centro del universo social, socavando de esta manera los cimientos sociales, pero no perdemos el tiempo repensando que dichos valores pueden ser recuperados y reestablecidos si existe la mera intención y conciencia por parte de nosotros, que aportemos nuestro grano de arena o mejor dicho nuestra solidaridad para la construcción de una forma de sociedad que vaya en progreso.
Solidarizarnos, sí, es uno de los valores que debemos recuperar en nuestro cotidiano actuar, el concepto y la práctica de la solidaridad es uno de los elementos que permite diferenciar a la especie humana de otros seres vivos, siempre a estado presente en la construcción de cualquier forma de sociedad, desde las más antiguas y arcaicas a las más modernas y desarrolladas, lo que varía a través del tiempo es la intensidad de las prácticas solidarias; en el presente está desdibujada, e inclusive dirigentes de sociedades muy ricas la consideran como un símbolo de debilidad.
Esto me trae a consideración querer transmitirles que debemos pasar del homo sapiens al homo político, pues me parece reprochable y egoísta la actitud de aquellos que se preocupan por su enriquecimiento individual, sin visualizar un crecimiento conjunto con sus compañeros, con esto, quiero decir, que participemos activamente en la sociedad que estamos construyendo. Pues siempre, a los jóvenes se nos hizo creer que somos el futuro y que en nuestras manos esta el desafío de mejorarlo. Es cierto, pero también es cierto que eso depende, de que estemos listos cuando llegue el momento, tenemos que trabajar desde ahora para eso. Cada uno de nosotros tiene hoy oportunidades de participar en el desarrollo del ámbito en que se desenvuelve, para que en un futuro no muy lejano no suceda con gran intensidad lo que ocurre hoy en día, en que a veces criticamos fuertemente a la clase política, como los culpables de todos los males de la sociedad actual, pero entonces, no cometamos los mismos errores que ellos en el mañana. Critiquemos, pero también contribuyamos a mejorar, para que finalmente los argentinos podamos superar la situación de crisis social y de valores que tanto mal nos causa. En este momento quisiera traer a mi memoria una frase que no es mía, pero que me la dijeron en algún momento de mi vida, “Las grandes obras, las sueñan los locos; las ejecutan los audaces; las disfrutan los cuerdos y las critican los inútiles crónicos.”
Por ultimo, quiero hacerles una reflexión sobre el art. 55 de nuestra Constitución Provincial de San Juan; allí dice “Los jóvenes gozan de garantías especiales, a fin de lograr en igualdad de oportunidades, acceso a la creatividad, a la critica nacional, la formación profesional, la educación física y el aprovechamiento y goce del tiempo libre.” Como vemos, nuestros derechos están garantizados. Salgamos a ejercerlos, a crear las herramientas para que mañana seamos mejores personas y tengamos la sociedad que deseamos!
Antes de finalizar solamente dejar en el aire una parábola muy llenadora, que sinceramente me llegó muy adentro cuando la leí, la cual dice así: “El protagonista no es el labrador, sino el grano esparcido a boleo en su campo.” Jóvenes Compañeros los protagonistas somos nosotros, es hora de empezar a actuar por nuestros ideales y esperanzas compartidas.